Mantener nuestro bienestar tanto en lo laboral como en lo personal debería ser un objetivo diario, y hay días o momentos del año en que se hace más difícil. Considerando la gran cantidad de energía que se requiere para fin de año, es clave el autocuidado para lograr un equilibrio y balance que mejore nuestra calidad de vida.
Conversamos con Carla Macchiavello, Coach Organizacional diplomada en Mindfullness relacional y bienestar en la Universidad Adolfo Ibáñez, acerca de la importancia que tiene aprender a cuidar de nuestra salud emocional y hacernos cargo de ella diariamente.
Desde la mirada ontológica, y a partir de lo que dijo el filósofo chileno Humberto Maturana el lenguaje crea realidad, así como también lo definen nuestros juicios y creencias. De esta manera, nuestro relato interno y aquellas historias que nos contamos juegan un rol fundamental. Carla comenta que gran parte del tiempo funcionamos en piloto automático, y al gestionar lo que ocurre en nuestro mundo interno, podemos “ser capaces de elegir mejor nuestras respuestas frente a los estímulos y manejar mejor el estrés”.
En un mundo hiperconectado, constantemente somos bombardeados por distintas problemáticas y esto afecta también a los entornos laborales. Una de las cosas que nos permite evolucionar es la capacidad de sostener el estrés, logrando una tensión que sea productiva, pero dejando el miedo que impide desplegar todas nuestras competencias.
En esa línea, existen herramientas, como el mindfulness, que podemos incorporar para optimizar nuestro rendimiento. Esta práctica busca enfocar deliberadamente la atención en el momento presente. Es un entrenamiento cerebral que permite observar nuestros pensamientos y juicios con mayor discernimiento. Carla menciona que podemos escoger cómo actuar, cómo nos sentimos y modelar nuestras emociones. Al hacernos conscientes, aparecen nuevas respuestas, surge con mayor facilidad la innovación y la creatividad.
Todas las prácticas que aumenten el bienestar impactan directamente en la forma en que ejercemos el liderazgo, y para que eso ocurra, debe haber un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Carla menciona que hay factores clave que se deben incorporar como el descanso, practicar algún deporte de manera constante, tomar vacaciones o experimentar momentos de ocio. “Vemos que hay mucha gente full, sobrepasada por las exigencias, por eso se debe buscar el equilibrio diariamente, antes de colapsar y perder la salud”.
Para Carla, el mindfulness permite darnos cuenta, estar siempre conscientes y eso en el ejercicio del liderazgo “nos sugiere abrir espacios para escuchar y practicar”. De lo contrario,“vivimos en la rueda del hámster y nos pasan cosas aparentemente inesperadas”. Cuando estamos atentos, podemos escuchar las señales y diseñar mejores respuestas a pesar de la incertidumbre.
En un mundo en permanente transformación, debemos trabajar la capacidad de “parar, respirar y darnos espacio”. La práctica es clave en este proceso, y requiere de otorgar valor a nuestra salud física y emocional. Diariamente debemos tomarnos un momento y preguntarnos ¿Qué estoy haciendo hoy para cuidar mi bienestar?.