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Liderazgo Propósito

Navegar el Cambio: Cuando la clave es detenerse para ir más rápido

Probablemente, dada la cantidad de desafíos que vivimos hoy en las organizaciones, muchos de nuestros comportamientos, acciones, planes, etc están en piloto automático. La velocidad a la que andamos nos atrapa y nos impide “pensar”.

Mientras más veloz es la carrera, mientras más perdido estamos, más necesario se hace parar ya que para que un equipo de fórmula 1 gane necesitan entender “Qué los hará ganar y mantenerse en el juego”

Existen muchos modelos y mapas para entender qué facilita que un equipo despliegue su máximo potencial. Muchos autores han diseñado modelos que permiten orientar esto Marcial Losada, Fred Kofman, Patrick Lencioni son algunos de los que han intentado resolver esta inquietud.

Queremos compartir un mapa para identificar los territorios  fundamentales en los que un equipo necesita poner foco y luego mirar como lo traducen en una herramienta concreta que les permita “entrar a pits” tener conversaciones con sus equipos y tomar acciones que les permitan mejorar el desempeño en la carrera.

Propósito: los equipos de alto desempeño tienen un propósito más allá de sus objetivos. El propósito es una declaración que responde a Para qué existimos, da sentido a cada una de las acciones y decisiones que toman e instala incluso el estado de ánimo de la Organización. Fred Koffman  habla de un propósito “noble” que invite a ir más allá y comprometa emocionalmente a las personas. La Estrategia es una manera de “servir y contribuir a ese propósito”.

Relaciones y Contexto de Confianza: El desempeño de un equipo se relaciona directamente con la calidad de los vínculos que tiene. Un Equipo que se conoce, respeta y cuida mutuamente, aumenta sus niveles de confianza  y la confianza es un multiplicador del desempeño. Un equipo donde existe desconfianza tiene energía puesta en cuidarse, en tomar resguardos y esta es energía que se va a  la basura. Lencioni plantea que a la base de los resultados colectivos está la capacidad de un equipo de mostrar Vulnerabilidad.

Ejecución y Resultados: son equipos que colaboran, entran en conflictos constructivos para llegar a compromisos genuinos y dado esto… se rinden cuentas mutuamente. En estos equipos existen conciencia de la importancia de ayudarse mutuamente a cumplir.

Aprendizajes: su manera de trabajar genera “capacidad instalada”  tienen conversaciones que les permite revisar sus resultados y entender porque les va bien o mal, capitalizan los errores, mantenerse curiosos y tomar nuevas acciones.

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Liderazgo

Liderazgo sostenible para nuevos modelos de trabajo

Las nuevas formas de trabajar, han desafiado paradigmas muy significativos respecto del trabajo, promoviendo una mayor autogestión y exigiendo nuevas formas de liderar equipos. Pero las expectativas de los colaboradores no siempre están sincronizadas con las necesidades de la organización. Según una investigación global realizada por la agencia de comunicaciones Zeno Group, el 83% de los directores ejecutivos quieren que los empleados regresen a la oficina, mientras que solo el 10% de los empleados sienten lo mismo.

¿Cómo se está trabajando en las organizaciones de nuestro país? En Desarrolla Más indagamos acerca de este tema y como parte de los resultados encontramos que un 48% de quienes contestaron la encuesta actualmente eligen la manera en que quieren trabajar (virtual o presencial). 

Lo anterior implica un desafío respecto a cómo se gestionan los equipos y plantea un acercamiento hacia nuevas formas de ejercer liderazgo para asegurar el logro de resultados. Esta es una realidad que irá en aumento, por lo que el desarrollo de esas habilidades de liderazgo y autogestión son fundamentales para el éxito futuro de las organizaciones.

Cultura organizacional y movilizar equipos 

Podemos observar que al momento de desarrollar el sentido de pertenencia, las posiciones de liderazgo cobran gran relevancia. Se debe velar por la entrega de espacios en los que cada uno de los miembros de la organización tenga claridad respecto al propósito y logren interiorizarlo. Los logros y resultados deben ser visibles y dentro de los equipos debe primar la confianza, seguridad y respeto.

En ese ámbito, los encuestados señalan que en sus organizaciones se están implementando acciones para transmitir y promover la cultura. Estas actividades son impulsadas en su mayoría por la empresa, (campañas, talleres, reuniones ampliadas, etc). Mientras que al preguntar de manera abierta por las mejores prácticas se mencionan los conversatorios, feedback continuo, el ejemplo de los líderes y reuniones de camaradería.

Alineamiento de resultados y trabajo en equipo

Los líderes deben cambiar la forma de movilizar a los equipos, la manera en que inspiran, en cómo se  genera el sentido de pertenencia y compromiso. Si no existe un liderazgo adecuado, difícilmente se podrá avanzar en el logro de resultados y surgirán dificultades para lograr las transformaciones.

De acuerdo a nuestra encuesta, un 67% de las acciones realizadas para alinear objetivos y resultados son aquellas implementadas por los líderes (reuniones de equipo, reuniones 1 a 1). Mientras que el trabajo en equipo y planificaciones estratégicas son nombradas como las mejores prácticas.

La gran mayoría de las empresas ya están gestionando el impacto que tienen las nuevas formas de trabajar en los equipos, desarrollando acciones de forma deliberada para promover la cultura, alinear objetivos, resultados y lograr comprender mejor sus necesidades.

Pero para lograr una gestión sostenible en estos nuevos modelos, se deben involucrar nuevas formas de ejercer liderazgo y necesariamente deben apalancarse en 3 grandes necesidades: fortalecer el sentido de pertenencia, reforzar las comunicaciones y lograr el equilibrio entre responsabilidad y flexibilidad

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Actualidad Adaptación

Modelos híbridos de trabajo: Diseñando experiencias que agreguen valor a las organizaciones

Durante 2020, y a causa del Coronavirus, el mundo laboral se vio enfrentado a una sorpresiva transición hacia el trabajo remoto. Las organizaciones debieron adoptar rápidamente nuevas prácticas y políticas para adaptarse a las circunstancias. Pero casi un año y medio después, esta modalidad ha cambiado su forma y ha sido reemplazada por el trabajo híbrido; un modelo mixto de jornadas laborales que se distribuyen entre la oficina y la casa.

En este proceso, las organizaciones no sólo han tenido que organizar turnos y entregar nuevas herramientas o recursos necesarios para realizar sus tareas, sino que también se ha tenido que adecuar su cultura organizacional. ¿Qué han hecho las organizaciones para combinar colaboradores remotos con equipos que se encuentran físicamente en sus espacios de oficina? Quisimos conocer la experiencia de 5 ejecutivas de distintas empresas en relación a estos temas y cómo lo están gestionando tanto en sus propios equipos como en sus organizaciones.

Nuevos espacios de trabajo

No tener que desplazarse hasta la oficina ni disponer de un horario fijo y conseguir una mayor flexibilidad para conciliar son algunas de las ventajas de trabajar remotamente. El modelo híbrido permite mejoras en la calidad de vida, así como también ha ampliado las posibilidades de incorporar talento que está ubicado en otras zonas del mundo. Para Pilar Torres, Gerente de Personas de RedSalud, este modelo aumentó la resolutividad dentro de su empresa y se logró “una buena respuesta en términos de responsabilidad y cumplimiento, alcanzando altos niveles de productividad”.  

Pero no compartir el mismo espacio físico puede generar dificultades a la hora de formar o mantener relaciones entre colegas. La presencialidad genera otro tipo de sinergias, da pie para la innovación, creatividad y abre espacios de confianza para conversaciones profundas. Respecto a este tema, Fernanda Valdés, Gerente de Personas y Transformación de Arcoprime comenta que existe un gran desafío para mantener el sentido de pertenencia y cuidado entre los colaboradores cuando existe “ausencia de encuentros casuales y momentos de dispersión que conectan y generan vínculos entre ellos”.

Una de las “trampas” del modelo híbrido es que es más probable que los colaboradores se adapten a una manera de trabajar que sea más autónoma, en la que deben solucionar sus problemas de manera individual. En esa misma línea, Francisca Herrera, Gerente De personas de Casa Ideas comenta que el cambio en la manera de relacionarse dentro de la organización ha sido la mayor pérdida, “el trabajo era muy colaborativo, de un hacer con otro, hemos tenido que aprender a trabajar más solos”.

Las organizaciones pueden mitigar este problema haciendo que desde los roles de liderazgo se privilegien encuentros entre equipos que apalanquen la generación de vínculos y lazos de confianza.

Productividad y compromiso

Algunas empresas o personas asumen que, si no pueden ver a las personas sentadas en sus puestos, éstas no están trabajando de manera efectiva. Pero si el modelo se encuentra bien implementado, es decir, los equipos tienen la capacidad de autogestionarse, se trabaja a través de gestión por objetivos y se tiene una mirada sistémica, la productividad no se debería ver afectada. En un espacio de trabajo híbrido, los colaboradores pueden utilizar mejor su tiempo. Para Fernanda Valdés, Gerente de Personas y Transformación de Arcoprime se debe apuntar a la mejora en la calidad de vida “si hay un mejor balance se va a producir más” lo que tendrá un impacto positivo en la organización.

Replantear los nuevos espacios de trabajo, es decir reemplazar la oficina por entornos digitales requiere incorporar nuevas dinámicas. La sobreexposición a las pantallas puede producir efectos no deseados para la salud mental de las personas, es por eso que bloquear horarios para la vida familiar, establecer reuniones de equipo en días y fechas predeterminadas son prácticas cada vez más utilizadas. Francisca Prieto, Gerente Corporativa de Recursos Humanos del grupo Falabella sugiere que “establecer juntas con el equipo una vez a la semana y tener un espacio de bonding, respetar horarios cuando es remoto y mantener una comunicación constante con la gente son claves en esta manera de trabajar”.

Las organizaciones concuerdan con que los nuevos liderazgos están apalancados en la entrega de libertades que generen compromiso y responsabilidad por parte de sus colaboradores. El trabajo híbrido es una tendencia que llegó para quedarse, así lo afirma Marina Tannenbaum, Gerente de Transformación Digital y CIO de Mall Plaza, menciona además que en un mundo globalizado es necesario adaptarse rápidamente “nosotros necesitamos a los mejores talentos, aquellos que sobresalgan, una propuesta de valor competitiva incluye que puedas trabajar desde donde quieras”. 

No existe una única fórmula exitosa para lograr mejores resultados, se debe pensar las cosas desde múltiples miradas, conversar de manera genuina con los equipos y fortalecer la cultura organizacional. Estar preparados para futuras disrupciones será un elemento clave y diferenciador para la atracción de nuevos talentos.

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Confianza Liderazgo Propósito

El desafío del liderazgo para nuevas formas de trabajo

Un contexto de cambios tan significativos como lo hemos visto durante el último año, nos ha obligado a enfrentar un mundo con más incertidumbre, más inestabilidad, pero también lleno nuevas oportunidades de hacer las cosas de manera diferente.

Ante esta situación, se hace necesario plantearnos cómo están funcionando los equipos y  el liderazgo dentro de los diferentes niveles en la organización. Si hay un factor crítico que marca la evolución y respuesta de equipos a un periodo de transformación como este, es el estilo de liderazgo que se desarrolle.

En esta realidad los equipos se configuran como unidades clave para el logro de resultados, ya que el desempeño deja de ser meramente individual y se moviliza a la potencia de lo colectivo.

Cumplir con los desafíos diarios no es una tarea fácil y en un momento como el actual creemos relevante compartir tres conceptos que se vinculan formando una triada y que permiten ejercer un liderazgo en sintonía con las necesidades más contingentes. Esta se plantea desde dos ángulos,  en cómo me lidero a mi mismo en este proceso y en cómo lidero a otros; mi equipo, a mis pares y a mi entorno.

En primer lugar te proponemos construir un propósito, cuando un propósito es claro, los equipos saben lo que significa trabajar para un proyecto en común y lo que hace que sean diferentes de la competencia. Actualmente las organizaciones deben enfocarse en desarrollar conexiones sólidas entre su propósito y la conexión con sus colaboradores.

 En segundo lugar, construye confianza para una mayor colaboración, ya que los equipos requieren de bases seguras para poder actuar. Sin confianza es imposible delegar, repartir tareas y funciones entre el resto de miembros del equipo. Cuando se mantiene una confianza genuina, los colaboradores son más efectivos en sus tareas, lo que se proyecta al resto como un conjunto de personas cohesionadas alrededor de un proyecto común.

Por último, no debes descuidar el tener buenas conversaciones, se hace aún más relevante observar cómo es el diálogo dentro de la organización. Es clave establecer una comunicación directa para disminuir los niveles de ansiedad e incertidumbre y aprovechar estos espacios para coordinar acciones conjuntas.

A lo que debemos apuntar es lograr capitalizar el momento actual como un escenario de aprendizaje de habilidades de liderazgo. Apalancarse en la mayor disposición a aprender y en las nuevas experiencias y desafíos que está planteando el nuevo contexto.